lunes, 23 de diciembre de 2013

El ojo espía: invitando espías


ÉLIDA DORTA
Propiedad Privada



Espías invitados (1): Élida Dorta

PROPIEDAD PRIVADA es un “proceso de investigación práctica” iniciado por Élida Dorta en 2012. Parte de “un acto de confianza”: te pedirá tu casa para “habitarla como una espía con consentimiento”. Observará, registrará, habitará, vivirá “la experiencia” y trabajará “como si se tratase de un estudio de creación”.

Lola Barrena nos propone pensar y sentir la experiencia de las “casas habitadas” de Élida Dorta:

Girar una llave. Abrir una puerta y traspasar un umbral. Entrar.
Lo habitual convertido en extrañeza. Los cinco sentidos funcionando a la vez. Lo primero: ver, oír y oler. Ansiosa recopilación de estímulos, un concierto desafinado.
Sentir. La piel se ha vuelto más sensible y las yemas de los dedos se deslizan jugando con las llaves para buscar una clave que haga que la rareza se torne en sinapsis más asequibles.
Territorio del otro. El estar del otro. El ser del otro.
Invadir.
Atravesar y dejarse recorrer y, en el camino, experimentar dónde acaba uno y dónde empieza ese otro, o dónde se mezclan el cuerpo y el vacío creado por las paredes. Vacío que no es vacío; es ausencia.
Deambular, imaginar, buscar, utilizar, tocar, notar, jugar, entender, aprehender, sumirse, obsesionarse, escudriñar.
Íntimo compartido.
Lo propio desquebrajado por lo ajeno.
Esquizofrenia de significados.
La mía, la tuya, la suya, la nuestra, la vuestra. Pronombres posesivos para evidenciar la propiedad, y ahora el mío, mi cuerpo, en la tuya, tu casa.
Tras el umbral es solo un cuerpo descontextualizado en una casa sin habitantes.
Un apropiarse de lo que no se pertenece. 


Ver más en: PROPIEDAD PRIVADA


sábado, 14 de diciembre de 2013

El ojo espía

 Edward Hopper, "Night Windows", 1928

 Edward Hopper, "Room in New York", 1932

Herbert Bayer, "El ciudadano solitario", 1932 

Branko Lenart, "Body & Soul", 1975




Estética de las ventanas

Las ventanas son miradores que ponen marco al mundo: miramos a través de ellas como miramos una pantalla latente de realidades, de perspectivas fijas, de impresiones fugaces, o de sombras pasajeras.

En sus cuadros, los personajes de Edward Hopper miran a través de las ventanas como si buscasen el enigma de la vida dibujado en las nubes del cielo, en los rayos del sol que penetran en el interior de una habitación, o en la nocturna oscuridad de una calle vacía y silenciosa. En sus cuadros, los personajes de Hopper son mirados a través de las ventanas, atrapados y detenidos por la mirada involuntariamente voyeur del espectador: una ventana abierta es una invitación a ser mirado.

Esos personajes pintados se muestran sin pudor: desnudos, vestidos, leyendo un libro, sentados en la cama o pensativos en un sillón –siempre junto a la ventana o a los ventanales–, y conversan con el que mira. Un cruce de miradas es una conversación.

Las pinturas de Hopper nos hablan de la experiencia de la mirada como un ejercicio de correspondencias previstas: mirar y ser mirado, el voyeur que se exhibe, etc. Pero también nos describen el espacio mirado (habitaciones de hoteles y de moteles, cafeterías) como un territorio de confrontaciones duales que van del interior al exterior, de lo público a lo privado, y viceversa.

Las ventanas son ojos y los ojos son ventanas. En 1932, Herbert Bayer realizó un famoso fotomontaje que tituló “El ciudadano solitario”: sobre una fachada repleta de ventanas, dos gigantescas manos con ojos en sus palmas se abren al espectador (el mirar, el ser mirado). Una imagen extraña, sin duda, que nos habla de la mirada como proyección metafórica del deseo. Ver y tocar: los ojos son las manos que tocan, las manos son los ojos que ven.

En la ventana-voyeur todo es una ilusión lejana: la distancia es soledad y sombras, nada más.

En 1975, Branko Lenart fotografió una sombra parecida a la que creaban las manos de Bayer sobre aquella fachada inventada. Pero en “Body & Soul”, el edificio es el cuerpo desnudo de una mujer. La mirada del voyeur es pura quimera, pura imaginación (ver sin tocar), pura sombra trazada sobre el objeto del deseo. 



martes, 10 de diciembre de 2013

El ojo espía: La Ventana Indiscreta






La Ventana Indiscreta (1954)
Alfred Hitchcock



La curiosidad es un deseo y un vicio.


curiosidad.

(Del lat. curiosĭtas, -ātis).

1. f. Deseo de saber o averiguar alguien lo que no le concierne.
2. f. Vicio que lleva a alguien a inquirir lo que no debiera importarle.
3. f. Aseo, limpieza.
4. f. Cuidado de hacer algo con primor.
5. f. Cosa curiosa o primorosa.
Real Academia Española © Todos los derechos reservados



lunes, 9 de diciembre de 2013

El ojo espía: La Ventana Indiscreta



La Ventana Indiscreta (1954)
Alfred Hitchcock



La "ética de las ventanas" nos convierte en monstruos, en enfermos de la mirada: nos hemos convertido en una "raza de mirones".

"Cada hogar es un mundo secreto y privado". Pero una ventana abierta es una invitación a ser visto, exponiéndonos a la mirada de los otros. La ventana muestra lo quiere ser mostrado., 

El "espectáculo" de las ventanas acaba al cerrarse las persianas. O al cerrar los ojos. 



El ojo espía: La Ventana Indiscreta


La Ventana Indiscreta (1954)
Alfred Hitchcock




MIRAR, OBSERVAR, CURIOSEAR, CONTEMPLAR, ESCUDRIÑAR, DIVISAR, AVISTAR, ACECHAR, HURGAR, HUSMEAR, FISGONEAR, VIGILAR, ESPIAR.





domingo, 8 de diciembre de 2013

El ojo espía: La ventana indiscreta


Sala de Audiovisuales
Departamento de Historia del Arte, ULL
4 de diciembre de 2013



Sesión de trabajo del proyecto EL OJO ESPÍA: análisis de la película La Ventana Indiscreta (1954), de Alfred Hitchcock: ¿"disfrutar contemplando" convierte al que espía en un voyeur?, ¿sabe el que mira que también él es mirado?, ¿qué somos exactamente cuando miramos al que espía a los otros?, ¿una ventana es un ojo para mirar hacia afuera o una pantalla donde se proyectan las vidas que habitan en su interior?



martes, 26 de noviembre de 2013

miércoles, 6 de noviembre de 2013

Nuevo proyecto: El Ojo Espía


Primera reunión de trabajo del Proyecto El Ojo Espía
Departamento de Historia del Arte, ULL
4 de noviembre de 2013


El diccionario de Real Academia Española ofrece una hermosa definición de la palabra espía, que es un ejemplo de pura, eficaz y concentrada literatura: “Persona que con disimulo y secreto observa o escucha lo que pasa, para comunicarlo a quien tiene interés en saberlo”. En estos días convulsos, en los que la prensa nos previene y desvela el estado latente de espionaje en el que vivimos (todos somos espías, todos somos espiados), EL OJO ESPÍA nos propone una reflexión crítica sobre la fotografía como gramática del voyeur, como dispositivo estratégico para la construcción contemporánea de la mirada del que fisga, escruta, rebusca, hurga y penetra visualmente en ese mundo ajeno que llamamos realidad.


Sin disimulo ni secretos comenzamos esta nueva versión de ZONA CRÍTICA/ fotografía (2013-2014), una actividad del Taller de Crítica de Fotografía, del Departamento de Historia del Arte de la Universidad de La Laguna, en colaboración con TEA, Tenerife Espacio de las Artes.



sábado, 25 de mayo de 2013

Libertad programada: catálogo



Libertad Programada, 2013
 
 

Libertad programada: catálogo


 Libertad Programada, 2013
 

Libertad programada: catálogo

Libertad Programada, 2013
 
 
 
 
ÍNDICE
 
Libres Programados
Carmelo Vega
María Dolores Barrena Delgado
 
Barreras invisibles
Sofía Roda Onofri, Rubén Palmero Acosta
 
Juan Ismael: el juego del fotomontaje
Dácil Perdigón Pérez, Eduardo Duque González
 
Vrai-Faux
Marta Bermejo Sarmiento
 
Intervenir recuerdos
Natalia Valiente Carrara
 
Espejos que queman
Dácil Vera
 
Puzle de píxeles
Cristina Abad Martínez, Laura Dorta Méndez
 
La reinvención de un instante
Angélica Camerino Parra
 
Niépce reinventado: La cour du domaine du Google
Diana Ramos Martín, Talía Idaira González Acedo
 
Distorsiones digitales
Dailos Navarro Sosa, Laura Sánchez Alonso
 
Identidad expoliada
Ricardo Marante Ortega, David Martínez Suárez
 
Real e irreal. Un oxímoron fotográfico
Diana Ramos Martín, Talía Idaira González Acedo
 
Sustratos abstractos de lo fotográfico
Raquel Rojo González
 
Soledades de la noche americana
Conrado Álvarez Fariña
 
Sistemas de azar
Mical Cardoso Gutiérrez
 
Proceso


Libertad programada: catálogo



Libertad Programada, 2013
 
 

Libertad programada: catálogo




Libertad Programada, 2013 
 
 

Libertad programada: presentación catálogo de la exposición



TEA, 24 de mayo de 2013

 
Ayer viernes tuvo lugar en la Sala C de TEA Tenerife Espacio de las Artes, la presentación del catálogo de la exposición Libertad Programada, diseñado por La Piscina Editorial. Con este acto, terminan las actividades de ZONA CRÍTICA/ fotografía por este año.
 
El Taller de Crítica de Fotografía agradece la inestimable colaboración de TEA Tenerife Espacio de las Artes y del Departamento de Historia del Arte de la Universidad de La Laguna, así como el trabajo realizado por los alumnos participantes en el proyecto.
 
¡Eso es todo, amigos! That's all Folks!

jueves, 23 de mayo de 2013

Libertad programada: catálogo de la exposición

Portada del catálogo LIBERTAD PROGRAMADA



Mañana viernes 24 de mayo de 2013, a las 19:00 horas, en la Sala C de TEA Tenerife Espacio de las Artes, se presentará el catálogo de la exposición Libertad Programada, producido por el Departamento de Historia del Arte de la Universidad de La Laguna y editado por La Piscina Editorial. El catálogo incorpora los textos realizados en el Taller de Crítica de Fotografía, por los alumnos de varias asignaturas de Licenciatura, Grado y Máster de Historia del Arte, durante el curso 2012-2013.

miércoles, 1 de mayo de 2013

Libertad programada: exposición


LIBERTAD PROGRAMADA
TEA, 25 de abril-19 de mayo de 2013
Nube de tags: Prácticas contemporáneas de la fotografía común



Prácticas contemporáneas de la fotografía común

 
En las prácticas contemporáneas de la fotografía común se descubren todos los tópicos sobre lo que es y lo que significa hoy la fotografía y el acto banalizado de fotografiar. Ya no hay fotógrafos, solo "usuarios" de cámaras rápidas, inteligentes, precisas y "elegantes", que permiten "capturar" la vida del "modo" en que se desea. "Es más fácil que nunca hacer imágenes hermosas", pero ¿esa belleza diseñada es la que se busca?
 
La actual producción masiva de fotografías digitales está estrechamente vinculada a otros dos fenómenos que afectan a la cultura contemporánea de las imágenes: la aplicación tecnológica de programas simplificados de tratamiento y edición de fotografías, y la implantación de redes sociales de comunicación. 
 
Estas nuevas estrategias de producción y difusión aportan también un nuevo léxico que nos ayuda a definir además nuevas acciones fotográficas: capturar, descargar, editar, subir, compartir, comentar, likear.
 
Paradójicamente lo nuevo digital apela, cada vez más, a la memoria de una fotografía analógica que se resiste a desaparecer. La mirada vintage inunda el universo digital con la inmediatez de un toque sobre la pantalla de la cámara o del móvil: afirmaciones como "La fotografía digital nunca había parecido tan analógica", o "Imita el acabado de las cámaras de fotos analógicas que había y que sigue habiendo en el mercado como, por ejemplo, las instantáneas de Polaroid o el viñeteado de las Lomo", no solo nos hablan de una inesperada melancolía analógica sino, y sobre todo, de una absorción estética de lo "antiguo" amparada en la inmediatez y superficialidad del acto fotográfico. ¿Qué importa cómo, si lo que queremos –como nos recuerdan las consignas publicitarias–, son solo un puñado de "imágenes atractivas", reiteradas y programadas?
 
¿Las fotografías se toman o se hacen? En nuestros días, hacer una fotografía es solo el primer paso de un proceso estandarizado y automático de ese acto fotográfico entendido como parte de un sistema de intercomunicación social: tomamos la foto y la "hacemos" a nuestro gusto, es decir, la editamos, la transformamos –solo con elegir la variante de una aplicación de tipos posibles– en una imagen programada, dándole un "estilo visual" característico y, paradójicamente, uniforme. Tomar, editar, compartir, ¿eso es hoy la fotografía?
 
Después de tomarla, de "hacerla" –o editarla–, después de "subirla" para compartirla, comienza el turno de la "audiencia", del "público" que debe incrementarse y consolidarse: el seguidor, el fan, el suscriptor, los amigos fieles, los contactos, todos podrán expresar su opinión con un lacónico e icónico "me gusta", todos podrán comentar y todos podrán, nuevamente, compartir. ¿Hacia dónde irán las fotografías?, ¿hasta dónde llegarán?, ¿qué "alcance" tendrán?, ¿cuántas personas hablarán de ellas?